martes, 15 de diciembre de 2009

Un tal Munilla

Arde Gipuzkoa. En sentido figurado, claro. Pero arde como si fuera Missisippi en plena persecución racista.

Arde y los quemados son los párrocos nacionalistas guipuzcoanos, clara mayoría en la diócesis. Están humeantes porque Benedicto XVI les ha enviado como obispo a Juan Ignacio Munilla y a ellos no les gusta.

1. ¿Acaso le rechazan porque no es vasco? No, por eso no: Munilla nació en San Sebastián.

2. ¿Quizá porque Munilla no estudió en el seminario donostiarra? Tampoco, ya que Munilla estudió en el seminario de Donostia (y en el de Toledo).

3. ¿Será porque desconoce la realidad pastoral de esa tierra? No, no. Munilla fue párroco en Zumárraga (Guipúzcoa) durante 15 años y consiguió mantener la fe a pesar de que le ordenó el monseñor Setién, modelo de los curas nacionalistas.

4. ¿Es demasiado viejo? Hombre, como diría un gallego "Depende que con quién lo compare", pero así, en una ojeada rápida, no parece: tiene 48 años.

5. ¿Carece Munilla de experiencia episcopal? No, es el actual obispo de Palencia. De acuerdo que Palencia no es Bilbao. Ni siquiera Las Arenas. ¡Qué le vamos a hacer! Recordemos que su antecesor, Uriarte, venía de Zamora, que tampoco es que sea Manhattan (ni falta que le hace: la Semana Santa neoyorquina es más bien sosa comparada con la zamorana).

6. ¿Será que Munilla es un maketo que no habla vascuence? Pues no va a ser eso: Munilla habla euskera como los ángeles (si es que a los ángeles le diera por comunicarse en un idioma que Hemingway definió como "lengua de cabreros").

Entonces, ¿por qué el 77% de los párrocos de Gipuzkoa ha firmado un manifiesto en contra de su prelado, Juan Ignacio Munilla? Esos curas rebeldes (que mejor se dedicaban a ser pastores de todos los vascos y no sólo de los que son como ellos) están "disconformes con la intención y el procedimiento de designación de Munilla como nuevo obispo de su diócesis", noticia que han recibido con "dolor y profunda inquietud".

131 de los 600 sacerdotes de la diócesis (entre ellos 85 de los 110 párrocos de Guipúzcoa y 11 de los 14 arciprestes), han puesto negro sobre blanco, que: "en modo alguno es la persona idónea para desempeñar el cargo de obispo" de la diócesis. Los sacerdotes explican que la designación del nuevo prelado ha sido percibida como una "clara desautorización de la vida eclesial" de la diócesis guipuzcoana, regida hasta ahora por Juan María Uriarte (en la foto, a la izquierda) "y también como una iniciativa destinada a variar su rumbo".

¿Y qué dice monseñor Uriarte, obispo cesante? Pues que Munilla tiene «gran capacidad de trabajo y recia espiritualidad» y que pide a los fieles de la comunidad católica guipuzcona que le reconozcan como «su legítimo pastor». Lo que subleva a los párrocos es que les manden un prelado que les pueda meter en cintura... aunque sólo sea obligándoles a celebrar los funerales de las víctimas del terrorismo.

El manifiesto continúa así, con un ataque personal al estilo nacional-socialista:"Conocemos de cerca la trayectoria pastoral de D. José Ignacio Munilla como presbitero, profundamente marcada por la desafección y falta de comunión con las líneas diocesanas". ¡Cuidado, Munilla! ¡Te conocen! ¿Te temen? ¿O simplemente te odian?

El problema de esos "curas católicos vascos" es que, efectivamente, son "curas" y son "vascos", pero ya no son católicos. Lo digo como lo diría Felipe González, estadista con pelo blanco, "sin acritúd". Es decir, no son universales. Ellos siguen pegados al Árbol de Guernica/Gernikako Arbola, a sus mitos, a sus muertos y con la txapela bien metida hasta las cejas. Del resto, ni acordarse. Son las tristes consecuencias de haber tenido como referente al infausto monseñor Setién (en la foto superior, a la derecha), obispo de San Sebastián para desgracia de la mitad de los guipuzcoanos. (Ese, ese sí que les gusta a los "abajofirmantes" porque es independentista y pide, nunc et hodie, diálogo con ETA).

Otras consecuencias son que el seminario de San Sebastián esté vacío, que las iglesias parezcan sepulcros y que la vida eclesiástica guipuzcoana sólo sea noticia cuando un arcipreste da cobijo a un terrorista o cuando una orden (los jesuitas, por ejemplo) ordena la reclusión (en el santuario de Loyola, también por ejemplo) de uno de sus miembros porque es crítico con los usos y costumbres de sus compañeros vascos (se acabó el ejemplo).

Otro vasco que les conocía bien (Baroja, Pío) les dijo: "El nacionalismo se cura viajando". Pues eso. Menos invocar el Concilio Vaticano II y más disposición a servir a la Iglesia como la Iglesia quiere ser servida: aceptando a Munilla (al que no conozco de nada) y dejándole trabajar.

El resto, capillitas, pataletas y el tufo rancio de los manejos de sacristía a los que están tan acostumbrados estos lobos con piel de oveja latxa.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Árbol de Gernika se dice Gernikako zuhaitza. Iñigo.

Anónimo dijo...

Una pena...ya decía un conocido que lo del celibato no era nada, que lo más complicado era la obediencia...un abrazo.
Jaime

JMC dijo...

Qué bueno. Gracias por escribir estas cosas, y por hacerlo tan bien. Un abrazo desde Pamplona.

Iñigo dijo...

Miro en la web del Congreso (www.congreso.es) la reseñas de cada diputado del PNV (todos ellos, los seis, votarán a favor de una ley inicua contra la vida y el derecho de los padres a educar a sus hijos) y miro entristecido porque varios de ellos son profesores en la Universidad de la Iglesia de Deusto, propiedad de la Compañía de Jesús. Alguno incluso me dio clases de derecho laboral (recuerdo sus defensas del débil, el trabajador).


El actual Rector de esta Universidad de la Iglesia afirmaba, el 12 de diciembre de 2.006, en el ciclo de conferencias “Forum Deusto” que una de las dimensiones del trabajo de la Universidad de Deusto es: /“*…PROMOVER UNA CULTURA DE LA VIDA* frente a una cultura de la muerte que fomenta *el aborto,* el suicidio, y la eutanasia; la guerra, el terrorismo, la violencia y la pena de muerte como métodos para resolver conflictos.”/

/ /

El servicio de la Universidad a la Verdad y a la Iglesia exige coherencia y en el caso de Deusto esta coherencia pasa por la reprobación de esos diputados y la expulsión del claustro de profesores, hasta que no hagan una rectificación pública de su error y de su actuación contraria a las enseñanzas de la Iglesia. Ignacio de Loyola es seguro que no dejaría que la Universidad de Deusto escandalizara con una actitud permisiva y omisiva,a la vez, la conciencia de sus alumnos y de toda la sociedad.

Carlos Andreu dijo...

De mayor quiero ser como tú Nacho. Muy muy bueno!. Un abrazo a toda la familia desde el otro lado del charco.

Anónimo dijo...

1. Muy bien la comparación de Bilbao...
2. La parte buena: que ya se sabe quien es quien y que no estamos haciendo conjeturas ni suponiendo nada. Ya no hay caretas.
3. Una vez más se comprueba quien lleva la Iglesia desde hace más de 20 siglos...Si por los de aqui abajo fuera...

Paz U

Iron dijo...

Bona nit, Gabon, buenas noches Nacho & company:
El problema no es si es nacionalista vasco o español, lo lamentable es el sistema de elección de obispos que tenemos en pleno siglo XXI. Munilla ha sido un obispo impuesto desde Madrid, por el césar Rouco, como casi todos los nombramientos recientes de obispos españoles. Yo abogo para que se recupere el sistema de elección de los obispos por la comunidad de fieles como se hacía en los primeros siglos de vida del cristianismo, antes de que a los obispos los nombraran los césares. Que Munilla no es nacionalista vasco eso es obvio, es nacionalista español, como sus valedores, como Rouco, como el obispo de Alcalá, Reig Plá, que se dedica a oficiar misas con fascistas y a besar la bandera pre-constitucional. Los mismos que proclaman que “la unidad de España es un bien moral”, a eso lo llamo yo nacionalismo español. Por eso últimamente me tomo las opiniones de la conferencia episcopal como si salieran de los morritos de Belén Esteban, caso omiso.
No es malo que un obispo catalán o vasco sea nacionalista. El amor del obispo a la nación en la que sirve (no “a la” que sirve, porque sólo sirve a Dios, sino “en”), es una de las bases del Concilio Vaticano II, gracias a esa sensibilidad nacional del concilio los catalanes pudieron utilizar a su iglesia como medio de expresión de su lengua y su cultura, reprimida hasta el momento por el franquismo. Esa sensibilidad nacional fue una aportación del teólogo jesuita Rahner al concilio, y lo sacó de algo muy presente en la Compañía desde su fundación, la inculturación, la identificación con el pueblo en el que se ejerce el ministerio, ya sea en el Japón de San Francisco Javier, en El Salvador o con los indios guaraníes como veíamos en la película “La misión”.
Sobre esto del jesuita “apartado” no conozco su caso, aunque marginar a los miembros que no coinciden con la postura mayoritaria no es el estilo de la SJ. El historiador Fernando García de Cortázar, por ejemplo, si alguien lo ha leido podrá comprobar que no es precisamente un abertzale sinó todo lo contrario, y a pesar de eso sigue siendo profesor en Deusto y es un jesuita apreciado por sus compañeros de la provincia de Loyola.
Y siguiendo con Deusto, dudo que expulsen a los diputados del PNV del claustro de profesores. Los métodos inquisitivos son propios de universidades medievales. Si alguien se siente más a gusto con dichos métodos punitivos-sancionadores-silenciadores es libre de ir a otra universidad, por ejemplo a una que está a unos 80 kilómetros al sureste de Donosti, o que viaje en el tiempo hasta la complutense del represaliado Aranguren.

Iron dijo...

Y para acabar, si alguien sigue el consejo de Baroja para curar el nacionalismo y decide viajar probablemente su enfermedad se agravará. Es lo que me pasó a mi hace pocos años cuando estudiaba en las universidades de Edimburgh y Heidelberg. Si uno compara el nivel de autogobierno de los catalanes con el de los escoceses o el de los lands alemanes seguramente se deprimirá. En Escocia las balanzas fiscales hace mucho tiempo que son públicas y se actualizan periódicamente. Escocia no tiene problemas de competencias con el gobierno central británico, nosotros continuamente. Los escoceses lucen sin problemas distintivos nacionales en sus matrículas; aquí te multan si llevas el “cat” en la matrícula. Los escoceses son libres para convocar referendos, aquí no. Escocia tiene selecciones deportivas nacionales en competiciones oficiales y a nosotros no se nos deja competir internacionalmente. Y ya no hablo de los lands alemanes, de su autonomía fiscal y de su envidiable nivel de autogobierno que gozan por formar parte de un estado federal. Cuando uno vuelve de esos sitios se da cuenta que el estado español nos tiene atados muy cortos. El centralismo español nunca ha sido proclive a ceder ante la periferia, eso ya pasó hace más de un siglo cuando las Cortes de Madrid rechazaron el estatuto de autonomía de Cuba y el de Filipinas y la cosa acabó como ya sabemos. Espero y deseo que vascos y catalanes sigamos pronto el mismo camino.
Agur, adéu, adiós.

Curr Ximenis dijo...

iron, estoy contigo.

Anónimo dijo...

Iron, háztelo mirar, majo, que tienes un batiburrillo en la cabeza que da miedo. Es lo malo de andar con tópicos ¿misas fascistas? ¿universidad al sur de Donostia? ¿La misma a la que le pone ETA bombas?

De los jesuitas, yo qe tengo años, recuerdo otras historias del colegio de Villafranca, en Extremadura. Allí de modernos poco, muchas postrimerías, mucho miedo y poco de esa libertad. Pero claro, si mamas del cine y de EL PAIS así te luce el pelo.

Aranguren, Cuba y Filipinas, obispos de hace medio siglo... A ver si eres tan progre que criticas a los obispos nacionalistas de tu Cataluña, esos que se nombran por el mismo procedimiento que a Munilla. Por eso estas nuevas generaciones (no del PP, sino de CiU o peor de ERC) sois así: si hacen lo que yo digo, perfecto. Si no, em echo al monte.

Juan Carlos Jaráiz
Mérida

Iron dijo...

Sr Jaráiz:
Es bastante repulsivo como algunos partidos políticos o universidades sacan tajada del terrorismo. Parece ser que el hecho de ser un objetivo de ETA les da indulgencia plenaria a su ideario o programa político.
Y si, la historia se repite pero sus lecciones no se aprovechan por eso digo lo de Cuba y Filipinas. Y lo cierto es que no oculto mi predilección por algunos hombres del pasado a ciertos del presente. Prefiero un Aranguren a cualquier intelectual de la FAES, un Tarancón o un Díaz Merchán a un Rouco o un Munilla, y si miramos incluso más atrás, unos dos siglos, un Jovellanos a cualquier ministro de la última década.
Sobre los obispos catalanes, precisamente de su elección aprendieron Rouco y el resto de la Congregatio pro Episcopis a no tantear los nombres con los curas de la diocesis. En 2004 cuando la sede de Barcelona estaba vacante se tanteó el nombre de un teólogo de la Unav pero un tanto por ciento muy elevado de curas diocesanos, similar al de Donosti, rechazaron dicha opción y el teólogo se fue finalmente a ocupar la sede de Tarragona (cabe decir que dicho teólogo se ha convertido ahora en un buen obispo y un buen nacionalista catalán). Desde entonces la Congregatio lleva los nombramientos con sumo secretismo, pero esa política sorpresiva de hechos consumados no es la solución, porque las desavenencias si no se resuelven antes y con discreción, salen después a bombo y platillo en toda la prensa, como ha pasado con el caso Munilla y es mucho peor.
Y por último no somos los catalanes los que nos echamos al monte si algo no nos gusta. Precisamente la visión del diario “El Mundo” (cuya relación de abajofirmantes linkea el Sr.Uría) si es una muestra de ello. De rebatir manifiestos. Si estos curas no quieren a Munilla es porque son poco menos que etarras confesos. Si los diarios catalanes hacen una editorial conjunta a favor del Estatut merecen ser reprobados. Si no les gustó el resultado electoral del 14 de Marzo de 2004 se inventan la la relación ETA-Alqaeda... y así tantas otras paranoias.
En fin... ¡Feliz Navidad!