
Casi dos décadas después, los barcos rusos vuelven a fondear en La Habana. La flotilla viene de unas maniobras en el Caribe y su entrada en el principal puerto de la Isla nos devuelve a otras épocas, tiempos de Guerra Fría en el que los bolos (así llaman en Cuba a los rusos) campaban libremente por la capital. Los cubanos que no anden resolviendo su vida en la bolsa negra o trapicheando con los turistas tendrán la oportunidad de subirse a los barcos. La visita, ha dicho el presidente Medvédev, "es un importante paso a nivel práctico para fortalecimiento y desarrollo de las contactos entre ambas Armadas".
Así que vuelve el amor entre eslavos y caribes, aderezados ahora por el crédito de 20 millones de dólares que Moscú (es decir, Putin) ha concedido a los Castro para las industrias del níquel, el petróleo y el suministro de trigo.

¿Está preparando el régimen cubano el posible encuentro de Raúl con Obama para negociar el fin del embargo? ¿O, simplemente, trata de encontrar fuera la legitimidad que muchos cuestionan dentro? Con el medio siglo de revolución a punto de cumplirse quizá lleguen algunas respuestas.
1 comentario:
Pues no es ninguna broma. El año 2008 ha sido el de los grandes movimientos internacionales de Putin, quien ha retomado las mejores artes de su época en el KGB y la Guerra Fría. Ocultándose y grandes aspavientos ha tomado posiciones en un buen número de países, reforzando el peso internacional de la Madre Rusia.
Interesante seguirlo de aquí a cinco-diez años.
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