martes, 15 de julio de 2008

Una (otra) historia del Tour

Vicente Blanco fue un bilbaíno que hizo honor a su pueblo. Casi nadie se acuerda de la gesta porque sucedió en 1910 y entonces Bixente era un indocumentado que se deslomaba en una bicicleta, afición de locos y gentes de mal vivir.

Vicente, que nació en Deusto en 1884, fue el primer español en disputar el Tour de Francia. De familia humilde, comenzó a trabajar muy niño, al principio como pinche en un pesquero, más tarde en los altos hornos “La Basconia”, una siderurgia en la que tuvo dos accidentes laborales. En uno perdió un pie, en otro, varios dedos. Por eso, en un alarde de imaginación, le llamaban “El Cojo”.

Lisiado como estaba rodó por talleres y serrerías, hasta que le ofrecieron ser chalanero en la ría de Bilbao. Por un jornal de 5 céntimos cruzaba a sus pasajeros “de la grúa grande al Campo de Volantín”. A veces no tenía clientes y entonces se tiraba las horas muertas pescando angulas. En uno de esos días sin tajo descubrió una bicicleta vieja en el agua. “Fue como un regalo”, confesó después. “Era de hierro y le faltaban las cubiertas, pero, como no tenía dinero, le puse unas sogas y empecé a ir a trabajar en ella”.

Su afición por las dos ruedas creció y creció a la par que su fama. Al principio, participaba en pruebas locales, como una en la Plaza Elíptica, en la que suerte tuvo de no acabar en el cuartelillo. Vicente, al ver a los demás corredores con los brazos y piernas al aire, quiso imitarles y se puso en calzoncillos. “Ese extremo no lo comprendió la fuerza pública que me multó convenientemente”.

Sin embargo, solía ganar y pronto fue famoso en toda Vizcaya. Por este motivo la Federación Atlética provincial le inscribió en el Campeonato de España de 1908, que se celebró en Gijón. Pese a la dureza del recorrido –y al atracón de chuletas que se dio la noche anterior a la salida–, la victoria y las 500 pesetas del primer premio cayeron en su morral.

En 1909 corrió la Madrid-Toledo-Madrid, de 131 kilómetros y final en El Retiro. Llegó segundo, aunque dejó claro que era una fuerza de la naturaleza. Sobre todo por la bilbainada que hizo al llegar a la meta. Vicente, que iba sobrado, se apuntó en una regata de barcas que había en el estanque del parque. Obviamente, ganó. “Yo era botero ¿qué esperaban?”, digo al recoger el premio.

En 1910, con 26 años, Bixente decidió participar en el Tour de Francia. Esa prueba era su gran ilusión, así que empezó a buscar un patrocinador que le pagara el viaje y la comida. Nadie le dio un duro, pero él lo solucionó a la tremenda: irá de Bilbao a París en bicicleta para tomar la salida. Dicho y hecho.

El 3 de julio de 1910 Vicente Blanco, bilbaíno de Deusto, se convirtió en el primer español en correr el Tour de Francia. Al carecer de equipo lo hizo en la categoría "Isolés" (solitarios) y su dorsal fue el I55. Había llegado el día anterior, famélico y medio muerto, así que a nadie le extrañó que cruzara fuera de control la meta de la primera etapa, París-Roubaix, de 272 kilómetros. Vicente explicó su abandono diciendo “Estos franceses son bestias bien alimentadas”. Una de ellas, Octave Lapize, se llevó el triunfo final, pero nadie le recuerda.

A Vicente sí porque hizo historia. Una historia del Tour.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ander Izagirre escribió largo sobre Vicente primero en NT y luego en Plomo en los bolsillos.

Anónimo dijo...

Chapeau¡¡¡ a la historia que cuentas Nacho.
Sencillamente sorprendente.

Saludos.

Luiso

Anónimo dijo...

¿Ander qué? ¿Y qué pasa tiene la exclusiva? Joder con los vascos, se creen los dueños de todo. ¿Y el tal Ander ha escrito algo sobre Kennedy? Pues que nadie más escriba de Kennedy... Es de coña

Anónimo dijo...

Estaba "dopado de la cabeza", el tal Vicente, pero no había "vampiros".

Bella historia

Anónimo dijo...

Me ha encantado el artículo. He llegado a él por casualidad, interesantísimo