Es indudable que la ópera es verdadera educación para la ciudadanía. Ahora que está punto de comenzar el curso académico me pregunto si no sería mejor que a los niños les explicaran la historia de Nabucco en vez de, por ejemplo, la exaltación de la homosexualidad, la crítica despiadada a la religión (católica) o la defensa del socialismo del siglo XXI. Quizá si escuchan al coro de esclavos judíos ellos se libren de la esclavitud que quiere imponer el Estado.
Y ya que me pregunto, me respondo: Sí. Por supuesto. Of Course.