jueves, 3 de julio de 2008

La fe de Ingrid


Ingrid Betancourt ya es libre. La operación militar de rescate -calificada por ella misma como "impecable"- es propia del Mosad, pero ha sido realizada por el Ejército colombiano. Su liberación es un golpe durísimo para las FARC, grupo terrorista que asola Colombia desde hace cuatro décadas.

En la rueda de prensa que Betancourt acaba de ofrecer su emoción es desgarradora. La sigo a medias entre el Canal 24 Horas de TVE y CNN +, mientras el resto de cadenas de televisión continúan con su programación hueca y descerebrada.

En su comparecencia, Ingrid Betancourt mantiene la entereza y responde con pausa a los periódicos y televisiones de medio mundo. Hasta tres veces repite la palabra "milagro" y asegura que siempre creyó en su liberación, a la vez que se extiende en dar las gracias al Ejército colombiano y a los medios de comunicación, que han mantenido su historia en las portadas.

También agradece a Dios su rescate y confiesa que su fe y sus hijos son los que la han mantenido con vida. Y añade "Todos los días le pedía a la Virgen María por nuestra liberación. Todos los días, a las cinco de la mañana, mientras rezaba el Rosario". Dicho esto, se lo muestra a su madre -que está junto a ella- anudado en la muñeca izquierda. A continuación, relata cómo sintió compasión de sus secuestradores al verles, ya en el helicóptero, tumbados y maniatados por los mismos militares que la liberaron. No les deseaba el mal, ni la muerte y expresamente solicitó al Ejército que respetase sus vidas.

En ese momento, CNN+ corta el directo mientras Ingrid (en un gesto que Leticia Iglesias -la presentadora de ese informativo- no explica) se arrodilla. Adiós a la conexión. Acto seguido cambio al Canal 24 horas de TVE a vér qué coño está pasando. Entonces contemplo cómo Ingrid Betancourt reza un padrenuestro y un avemaría como acción de gracias. A su derecha sigue su madre, Yolanda, y a su izquierda un militar colombiano que lleva colgado un rosario sobre el uniforme de camuflaje. TVE no nos hurta las imágenes ni nos dice qué debemos pensar: simplemente deja que la protagonista hable y que el espectador juzgue. Este momento es periodismo en estado puro, periodismo del viejo, que es el verdadero.

Las preguntas suceden. Llegan desde El Comercio de Lima, Radio Caracol, Fox News... y Betancourt desgrana con pausa y un español maravilloso cómo ha ocurrido todo: la infiltración de la inteligencia militar, los helicópteros, la libertad. Entro a toda prisa en los digitales de los diarios españoles El Mundo y El País y ninguno de ellos recoge esa parte de la rueda prensa en la que Ingrid pide clemencia para sus captores movida por sus creencias religiosas. Para ellos no es relevante. La Agenda Setting, como siempre me recuerda Jose Luis de Cea, es implacable. Entre tanto, la BBC sí cita la alusión a Dios, siquiera brevemente. El Miami Herald y su versión en español, Nuevo Herald, (el diario en castellano más leído en los EE.UU.) reproducen el pasaje con más detalle.

Hoy los medios profundizan en el operativo militar, la situación crítica (o no) de las FARC, de Ingrid y de Colombia. También su comparación con España y la manera de actuar de nuestro gobierno (ahí el Blog de Santiago González es, una vez más, antológico) y las interpretaciones serán legión, con lo que todos podremos hacernos un opinión. Sin embargo, ¿será una opinión auténtica si una parte capital de la historia no la cuenta nadie?

3 comentarios:

Paco Sancho dijo...

Las creencias van más allá del rezo, o del gesto. A mí me recorrió un escalofrío cuando relató que al ver al jefe de sus captores "en pelota" en el suelo, atado y con los ojos vendados, un hombre que durante años la había humillado, vejado, torturado y todo lo que ni siquiera podemos imaginar, no sintió felicidad "sino lástima". Eso es caridad. Eso es predicar con el ejemplo.

Nahum dijo...

Jolín: ¡que CNN corte el rezo cuando el otro día entonaron un padrenuestro en medio de la tanda de penaltis con Italia...!

Nacho Uría dijo...

Nahum, hebreo amigo, rezar por el fútbol está (estaba) permitido por Jesús del Gran Poder. Otra cosa son las debilidades de esta heroína. Ahí tijera, tijera y tijera.

Por cierto, ya has visto que tengo a Santi González entre los imprescindibles. Lo digo porque tú me lo descubriste.