Consideran que Bhatti, que era ministro para las Minorías y el diálogo interreligioso, dio su vida por la fe y fue asesinado por su testimonio personal y político.
Sus palabras son especialmente importantes en este caso, ya que Bhatti visitó al papa en Roma el pasado septiembre. Hoy mismo, sin embargo, fanáticos musulmanes han quemado en Pakistán fotografías de Bhatti y Benedicto XVI, a los que consideran blasfemos.
En el video anexo se comprueba cómo Bhatti era plenamente consciente de la condena pública (fetwa) de asesinato que los terroristas habían lanzado contra él. Y la asumió.
No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
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