Es algo conocido que en el Parque Central de La Habana se reunen cada día los cubanos para hablar de pelota, de lo mal que está la vida y de lo bien que sigue el Comandante en Jefe, Fidel Castro.
Pues bien, justamente hoy Human Right Watch ha publicado su informe sobre los Derechos Humanos en Cuba que, as usual, no sale bien parada. Su título lo dice todo Un nuevo Castro, la misma Cuba.
Y justamente esta mañana se ha sabido en una de las esquinas calientes del exilio que Cuba podría levantar de manera inminente la prohibición de salir al extranjero a sus ciudadanos. De ser cierto, como siempre, saldría publicado en Granma y sería carne de teletipo para los informativos de medio mundo.
Según esta información, con un pasaporte en vigor, un visado en regla del país al que se quiere viajar y un billete de avión, cualquier cubano podrá ir y volver a cualquier nación del ancho mundo... si le dejan entrar. De este modo, el problema de salir o no salir será algo personal. El que pueda lo hará y el que no, pues se quedará en Cuba. Es decir, ya no será el Estado el que prohiba nada, igual que ahora permite comprar una computadora al que pueda pagarla... que son la minoría de la minoría.
¿Un paso más en la apertura? ¿O, como diría Lampedusa si hubiera nacido en Lavapiés y no en Sicilia, los mismos perros castristas con diferentes collares?
Ver veremos.
2 comentarios:
Si sólo lo de billete ya es complicado, peor de avión. Ojalá en poco tiempo tener una Cuba libre.
Saludos,
Muchas gracias por concienciar a aquellos que nos acercamos a este blog sobre todos aquellos aspectos que quedan por mejorar en determinados países, en este caso concreto, en Cuba. He aprendido leyéndote. Muchas gracias por hacerme pensar.
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