Por su parte, Pérez Roque estuvo frente al Ministerio de Relaciones Exteriores durante una década y era la cabeza visible del grupo de jóvenes dirigentes revolucionarios conocido como "Los talibanes", famosos por su ortdoxia y defensores de la linea dura. Al cargo de canciller llegó después de ser el secretario personal de Fidel Castro.
Lage, que tiene más vidas que un gato, conserva su cargo de vicepresidente del Consejo de Estado (Ejecutivo) será reemplazado por el general José Amado Ricardo Guerra; mientras que Pérez Roque cede su cargo a su hombre de confianza, Bruno Rodríguez, en un cambio que tiene pinta de apuñalamiento nocturno.La decisión del presidente de Cuba, Raúl Castro, es inesperada por los afectados, ya se dirige contra tres hombres fuertes de su gabinete. Quizá demasiado fuertes. Los cambios fueron anunciados en el marco de una docena de movimientos, reemplazos y fusiones de ministerios, y confirman una amplia reestructuración del gobierno nombrado hace un año al asumir Raúl la presidencia cubana.
Algo se mueve cuando el ministro de Exteriores, el de Economía y el vicepresidente con el perfil más político se quedan en la cuneta. A ver lo que tarda Fidel en "reflexionar" sobre los ceses y acusarlos de conspiradores. Si no, al tiempo.
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